30.10.08

Que el último apague las velas

En el cumpleaños de Maradona, una defensa cerrada de las críticas a su designación como técnico de la selección argentina -y, a la vez, en defensa del gran ídolo que el fútbol debería preservar-.

Foto: xudala.blogspot.com
Fotos: xudala.blogspot.com, infobae.com
Videos: YouTube / Usuarios: LuisRiddle, mcjrigo86

Sobre Diego Armando Maradona y su designación como técnico de la selección argentina se ha escrito tanto en las últimas horas que un post más sabe a refrito.

Analistas políticos, gente de farándula, magacines de TV. Todos le dicen feliz cumpleaños a Maradona hoy 30 de octubre y emiten un juicio sobre él. Como siempre, todos viven de él, de su fama y de las noticias -y los escándalos- que genera. Le aplauden las inconductas y lo lisonjean como paradigma mundial del desacato y la irreverencia ante los sistemas establecidos.

¿Y la gente de fútbol dónde está? Aplaudiendo. Porque a los ídolos se los aplaude. Pese a que la gran mayoría de la gente que auténticamente sabe de fútbol y lo vive sabe, con convicción, que la AFA ha cometido un despropósito.

¿Serán Bilardo y Batista los ángeles de la guarda del 'Diez'? (Foto: infobae.com)


Yo empecé a ver fútbol a los cinco años de edad, con el Mundial de México. Si el fútbol hoy me gusta, es porque en la retina tengo los dos goles de Maradona a Bélgica, claritos, nítidos. A esos dos goles -cuando le metió los goles a Inglaterra estaba jugando con mis soldaditos de plomo en el patio de al lado- les debo buena parte de la pasión que tengo por lo que más me gusta en la vida.

Por eso, solo por eso, a pesar de que Maradona me parezca un pésimo ejemplo de persona, nunca he dejado de respetar su imagen, que en mi mente ocupa un lugar junto al Pato Donald como la de un héroe de la infancia.



Detesto con franqueza a todos los que fustigan a quienes criticamos las actitudes de Maradona y para ello se amparan en conceptos como hipocresías sociales, rasgados de vestiduras, escupitajos al cielo y demás. En la gran mayoría de los casos, esa gente de fútbol sabe poco o nada y lo único que quiere es que Maradona siga haciendo escándalos para poder escribir más y más artículos sobre él y vender más y más merchandising sobre él, como ocurrió cuando su irresponsabilidad lo puso al borde de la muerte. Esa gente nunca podría entender por qué el nombramiento de Maradona es un despropósito en términos técnico-tácticos.

Por tanto, prefiero centrarme en la gran obligación que tiene la gente de fútbol: cuidar a los ídolos. Para ello quiero prestarle atención solo a lo que dicen dos personajes que, irónicamente, son casi tan contraejemplares como Maradona para la sociedad. Uno es un auténtico grande de la música: de los pocos que puede hacerme cambiar un domingo de estadio por la cola de un concierto. Se llama Andrés Calamaro y estuvo en Lima el último fin de semana. Canta él: "Siempre te vamos a querer, por las alegrías que le das al pueblo y por tu arte también".

El otro personaje es Roberto Chale, alguien con problemas similares a los de Maradona y acaso la persona que -en mi opinión- mejor ve e interpreta fútbol en el Perú. Le leía hoy que esperaba que Maradona triunfe, por el fútbol y por él, y no por quienes lo habían nombrado para quedar bien antes de que el panorama frente a una reelección se les pusiera complicado.

Calamaro no es un ejemplo para nadie, por el tipo de vida que lleva. Yo admiro su música y creo que en ese plano nadie en el rock hispano le hace sombra. Y coincido con él en que a Maradona se lo debería querer por lo que hizo en la cancha. Ese es el recuerdo que hay que cuidar.

¿Qué se habrá traído entre manos Grondona con la designación del 'Diez' como técnico? (Foto: infobae.com)


Chale no es un ejemplo para nadie, por el tipo de vida que lleva. Yo admiro su capacidad para leer rápido un partido y tirar a la cancha dos cambios que pueden modificar un resultado. Y temo que a Maradona pueda acabarle ocurriendo lo mismo que le pasó al ex 'Niño Terrible' en el Alianza Lima de 2005: ser vilmente aprovechado como piñata mediática para tapar problemas de gestión. Salvando siderales distancias, quiera el fútbol que en eso Julio Grondona no se acabe pareciendo a Alfonso de Souza Ferreyra.

14.10.08

Entre la gitanería y la inmolación

Foto: revista El Gráfico Perú

Aunque el partido contra Paraguay de este miércoles tenga aroma a suplicio anticipado, es en el Defensores del Chaco donde la selección ha sabido mostrar una de sus facetas más características: la de la gitanería.

Fotos: revista El Gráfico Perú

La lógica diría que a Perú le toca perder, y feo, este miércoles. A saber: i) Juega contra el mejor equipo de la Eliminatoria, que parece capaz de ganarle a cualquiera; ii) ha perdido todos sus partidos de visita, casi siempre por goleada; iii) este no es el Paraguay de Chilavert, que en medio de su ímpetu ganador lo hacía pecar por soberbia en circunstancias como estas, sino el de Martino, un argentino humilde como pocos; iv) este es el Perú de Del Solar, un técnico cuyas lecturas tácticas han lindado con lo bisoño en circunstancias previsibles; v) es un partido del primero contra el último, del gato contra el ratón.

Pereda al ataque en el Defensores del Chaco por las Eliminatorias rumbo a Francia '98 (Foto: revista El Gráfico Perú)Pero así como lo anterior es archiconocido, también lo es que el fútbol peruano es gitano. Gitano incluso en estas circunstancias de podredumbre dirigencial, en las cuales -por ejemplo- se consiguió una clasificación a un Mundial juvenil para cumplir un papel decoroso sin que existiera una planificación de por medio. O una goleada sobre Uruguay cuando un empate parecía tarea titánica. O un empate sobre Brasil cuando la derrota sonaba cantada.

Asimismo, la historia cuenta que el Defensores del Chaco ha visto elevada al clímax esta dimensión gitana. Compárense por ejemplo los partidos eliminatorios de 1993 y de 1997, jugados en dos circunstancias diametralmente opuestas. El primero, en la sima de la era Popovic y luego de dos derrotas en casa, con un equipo repudiado por la maquinaria mediática. El segundo, en el pico de las emociones de la era Oblitas, luego de un triunfo ante Chile que había reenganchado a la afición. Los resultados, que son los que al final quedan en los registros, coincidieron: 2-1, con todos los goles en los primeros tiempos para caer -con mucha lucha de por medio- en los segundos. Una vez anotó el propio 'Chemo' de penal, la otra Pereda en una buena culminación; pero en ambos casos a los guaraníes les fue muy trabajoso labrar la victoria.

Del Solar en acción durante la ominosa goleada 5-1 de noviembre de 2000 (Foto: revista El Gráfico Perú)Claro, si de pesadillas se trata se puede evocar el partido de noviembre de 2000. Aquella vez que Perú llegaba como ahora, de perder contra Bolivia jugando horrible, aunque -hay que decirlo- al menos esta vez lo ha hecho con jugadores que tienen clubes y no con algunos inactivos, como sucedió entonces con Alfredo Carmona (Uribe copyright, se sobreentiende). Pese a ello, había suficiente conciencia en las horas previas para desplegar fotos de Darío Muchotrigo y el 'Chino' Pereda amedrentando a una estatuilla de Chilavert, bajo el lema de que ellos ya sabían anotarle. Claro, Chilavert más bien anotó uno de penal, 'Chemo' metió un autogol y al final el inesperado 5-1 desencadenó lo mismo de siempre: portadas negras, pedidos de renuncia y más barullo que se acaba al domingo siguiente con la fecha próxima del Clausura.

Los positivos y los que todavía ven a Ricardo Belmont, en cambio, preferirán recordar la última Eliminatoria, cuando otra vez se había perdido contra Bolivia -y contra Botero-, jugando aun más horrible y con presagios de repetir el plato. Paredes hizo lo mismo de siempre: un gol antes de los 15', y todo cerraba. Pero más se cerró la defensa peruana, tanto que forzó un penal en el área rival que Solano capitalizó y hasta tuvo todo para ganarla de contra en aquel inolvidable balón que Guerrero no pudo conectar en el segundo final del partido. Empate 1-1 de esos con sabor a todo.

Guerrero en acción durante la última visita al Defensores del Chaco: empate 1-1 en 2004 (Foto: revista El Gráfico Perú)Archiconocido es, pues, que el fútbol no tiene lógica. Como no la tiene, los peruanos seguimos queriéndolo y viéndolo. Y como eso ocurre, es factible decir que este miércoles la gitanería puede jugar su propio partido.

Sí, claro, es tristísimo recurrir a ello para creer en que la historia de este miércoles no está preescrita. A lo mejor, ese vaivén pendular es de lo poco que le queda como esencia a un fútbol perdido en el marasmo del caos organizacional. Por lo que si más bien se da la lógica, podría empezar a decirse que el balompié peruano ya no es uno de gitanos, sino de los que pierden cuando saben que van a perder y de la forma en que saben que van a perder. Algo así como la Venezuela de los '90, por decirlo a las claras.

Que la vocación por la inmolación sea preferible a aquella por la gitanería es, más que una disyuntiva juzgable de modo contundente, un tema ampliamente discutible por los lectores, al menos para mitigar el post-partido.

9.9.08

Fotos y recuerdos

Composición fotográfica: Sandro Mena / DeChalaca.com

Si el partido con Brasil es una convención social que se repite cada cuatro años para la sociedad limeña, el partido con Argentina acaba siendo la llave que al buen hincha del fútbol le permite abrir el baúl de los recuerdos personales más profundos.

Composición fotográfica: Sandro Mena / DeChalaca.com

UNO

Antes de que alguien bajara para el lonche sabatino, desconecté el televisor de la cocina y lo puse en la maletera de mi auto. Fue unilateral, casi un hurto familiar, pero el motivo era válido: tenía cierre de edición de la revista que editaba en la universidad y nos habían prestado una oficina que tenía todo menos tele. Tévez se le escapa a Galliquio en la noche del 1-3 en el Monumental por las Eliminatorias a Alemania 2006 (Foto: revista El Gráfico Perú)Con una práctica calificada el martes y 64 páginas por editar, casi nadie entendía qué hacía yo perturbando el cierre en búsqueda de una antena de conejo para ese aparato de 14'' "perdiendo el tiempo que en la Pacífico a nadie le sobra para ver perder a una selección que siempre pierde". Y que perdió, por 1-3 y con mucha claridad. Esa noche de setiembre de 2004, cuando después del gol de Coloccini me fui a corregir un rato el crucigrama mientras recobraba el humor, comencé a sentir que los Perú-Argentina habían dejado de gustarme.


DOS

Pero creo que en realidad nunca podrían dejar de gustarme, aunque siempre me haya costado mucho ir a ver uno. Recuerdo que en agosto de 1993, la maquinaria mediática se había centrado en "la que iba a ser la primera derrota eliminatoria ante Argentina en Lima con las entradas más caras de la historia". Es verdad, fue derrota con gol de Batistuta (ver video 1). Y las entradas fueron caras, porque mi papá, que jamás me dijo no a un capricho de niño, no me quiso llevar al estadio después de revisar cuánto costaban los abonos en Deporte Total. Igual esa vez sentí que no me perdí demasiado más que algunos insultos a Popovic -por extranjero- y Barco -por cuñado-.


TRES

De insultos, más bien, supe poco una tarde de setiembre de 2000, en el palco de prensa del Nacional. Un argentino, Tempone, disparaba un misil contra el arco argentino; y otro argentino, Samuel, la metía de rebote en el arco argentino. ¿El resultado? Un gol peruano, la única forma que había de que una lágrima de equipo llegara a él. Verón fusila a Vegas y decreta el segundo tanto argentino en el 1-2 de las Eliminatorias para Corea-Japón 2002 (Foto: revista Conmebol)Retumbaba en mi mente una frase que me había dicho meses antes don Lucho Puiggrós en la redacción de Don Balón Perú: "Maturana es el rey Midas de la caca. Todo lo que toca lo vuelve porquería". En eso, escuché unas carpetas más allá al redactor de un diario de 50 céntimos -que una vez puso en portada a Oblitas con traje a rayas y que había promovido la interrupción del proceso para la llegada del 'Pacho'- decir: "Maturana se tiene que ir". Le metí un puñetazo a la mesa y me contuve. Dicen que no se hace periodismo de periodistas, pero lo quería insultar. Creo que debí hacerlo.


CUATRO

El que habría estado de acuerdo con quien no lo insultara, sin duda, era mi profesor Genaro. El más grande maestro de vida que tuve fuera de mi casa y que me enseñó no solo a escribir en la Primaria, sino a comportarme. Y que siempre me decía que era aliancista por una única razón: por 'Perico' León. Todo porque él había estado en el estadio la tarde del golazo a Cejas en agosto de 1969. Postal sublime: el festejo de 'Perico' en el arco Sur luego de batir a Cejas y abrir el camino peruano hacia México '70 (Foto: libro Goles con Historia, Teodoro Salazar Canaval)El profesor contaba y repetía con un detalle único la jugada: "Fue un pasesazo increíble de Chumpitaz a la salida de un córner, casi desde su propia área. Aunque no lo crean, la pelota recorrió más de 40 metros en el aire hasta que 'Perico' la amortiguó con el pecho, le ganó el cruce a Cejas sin que la pelota tocara el suelo y se la cruzó por encima". No creo que haya pecado más grande para la filmografía peruana que no tener ese video, que sería largamente la imagen con más clics en YouTube originados en este país. Si hay algún video que me gustaría encontrar en mi vida, es justamente ese.

CINCO

En cambio, hay otra imagen que aunque pocos me crean, sí guardo en la mente. Tiene que ver con el primer recuerdo que tengo de un partido de fútbol y además se asocia a una de las personas que más quiero: mi abuelita Cristina. Era mayo de 1985, tenía cuatro años y, aunque no me acuerdo del gol de Oblitas (ver video 2), conservo otra visión clara en mi retina, en la sala de mi casa. Con todos en torno del televisor. Y ella, en voz mitad de euforia, mitad de protesta, diciendo: "¡Cómo lo marcan al Maradona, pero mira cómo lo marcan al Maradona!". Muchos años más tarde, cuando reporteando me quedé encerrado en el camarín del América Cochahuayco y pude ver el tono de una charla técnica de la dupla Chale-Reyna en vivo y en directo, supe a ciencia cierta que esa imagen infantil tenía sustento.



SEIS

Ahora, si de mi abuelita Cristina y fútbol se trata, otro es mi recuerdo favorito. Iban 29 minutos de un partido cargado como él solo, con un Nacional hirviendo en medio de un proceso tenso como el de Oblitas. Y en eso, el brasileño De Souza Mendonca cobró lo que nunca se espera: que le expulsen un jugador clave al rival de Perú. Balbo se iba de la cancha y lo imposible comenzaba a ser posible. El 'Chorri' Palacios escapándosele a Matías Almeyda en el 0-0 de las Eliminatorias hacia Francia '98 (Foto: revista El Gráfico Argentina) En ese momento cumbre, mi abuelita soltó una máxima: "¡Qué lástima que expulsen a ese muchacho tan buen mozo!". Corría julio de 1996, tenía 15 años y, gracias a esa frase, entendí muchas cosas de la vida (y de las mujeres, y del fútbol).

Para acabar, puedo contar que mi tía Doris se casó con un gran y auténtico gaucho de las pampas -como lo llaman en mi casa- y nos dio tres primos argentinos. Siempre según mi abuelita, el mayor de ellos, que tiene mi edad, decía en la casa después de aquella eliminatoria del 85': "Mamá, yo soy argentino, pero la verdad quiero que ganen los peruanos".

Julio, esta vez yo también quisiera que ganen los peruanos, pero...


Fotos: revistas El Gráfico Perú, El Gráfico Argentina y Conmebol; libro Goles con Historia, Teodoro Salazar Canaval

Videos: YouTube / Usuarios: Broncano, Juanmag84

16.8.08

Pásenle la botella

Juan Jayo parece haber querido hacer un último esfuerzo por ser recordado de cualquier forma menos como un ídolo respetable en el fútbol peruano. Su desplante a José Gálvez de Chimbote corona el esfuerzo del propio jugador por ensuciar una carrera que supo de suficientes momentos para pasar a la historia de otra forma.

Foto: Diario de Chimbote

Fotos: revistas Estadio y El Gráfico Perú, Diario de Chimbote
Video: You Tube / Usuario: eltopetatengue


Jayo va a volver a Alianza luego de una novela mediática en la que no conviene perder tiempo. Porque ya es sabido que si en estos tiempos hay en el fútbol peruano algo menos legítimo que la Videna y sus cabecillas, eso es la dirigencia del cuadro íntimo, sostenida sin un proceso electoral que la haya avalado. Entonces, exigir en Matute respeto a los contratos ajenos, consecuencia con las decisiones que se toman o algún atisbo de gestión dirigencial eficiente (¿alguna teoría organizacional resiste que una institución esté dispuesta a pagar 50 mil dólares por recontratar un empleado que acaba de despedir?) constituye poco menos que un escupitajo al cielo.

El grito de Jayo ante la 'U' luego de marcarle a Yupanqui en la Liguilla de 1994 (Foto: revista Estadio)Por ello, más interesante resulta cuestionarse cómo un jugador que tuvo todo para ser una figura reconocida ha acabado perdiéndose en la antipatía popular, que hace diversas -pero igualmente crueles- categorizaciones con él.

"Jayo es un inmaduro". Probablemente sí. Al menos en la cancha, porque hasta estas alturas de su carrera ha sabido ver la roja por tonterías. Y fuera de ella, haber tomado una decisión como firmar por un club para regresar a otro que lo echó refleja, cuanto menos, poco amor propio.

"Jayo debe retirarse". En verano, el volante se ofendió en un amistoso ante EMELEC porque un juez de línea le dijo "retírate" cuando probablemente se refería a que debía alejarse de ese sector de la cancha. Solo él sabrá cuál es el momento óptimo para colgar los chimpunes. Eso sí: es ley en el fútbol que es preferible irte en olor a multitud antes de que la tribuna te bote. Y a Jayo nadie lo pidió en Sur durante las últimas semanas.

"Jayo es un matón". No le consta a nadie y puede que sea una frase muy fuerte, pero es claro que en Matute le temen desde los directivos hasta los guachimanes -basta verlo caminar por allí para darse cuenta-. En el campo, sus mentadas de madre gratuitas a los árbitros, que las cámaras delatan cada vez que lo filman, le han reforzado una imagen de capo antes que de líder o caudillo. Mediante el miedo, alguien puede dominar, pero nunca hacerse querer.

El festejo tras su golazo a Chile en Santiago por las Eliminatorias, en abril de 2000 (Recorte: revista El Gráfico Perú)"Jayo no tiene ética". ¿A alguien le queda alguna duda?

Por otro lado, como siempre, hay abogados del diablo. Esos que bajo la bandera del "hay que entender la idiosincrasia del jugador peruano" califican de falsos moralistas a todos los que pedimos algo de decencia al sistema futbolístico en el país. Y entre ellos tampoco faltan los lugares comunes.

"Jayo ha hecho demasiado por Alianza para merecer ese trato". Es verdad que un jugador de las canteras que ha acompañado la etapa dura del club -la sequía de títulos-, la vuelta olímpica después de 19 años y tres campeonatos más merecería un adiós mejor que una carta de despido. ¿Pero quién se lo buscó? ¿Un club de fútbol debe tener dobles procedimientos con sus empleados, licencias especiales? ¿Por qué este país siempre tiene que dar segundas oportunidades?

"Jayo no podía acabar su carrera jugando en un club chico". Chimbote tiene casi 450 mil habitantes. Casi todos esos habitantes son hinchas, fanáticos -como en pocas partes del Perú- de José Gálvez. Gálvez es uno de los clubes que más gente lleva al estadio (casi 7 mil personas en horario laborable ante Minero el último miércoles). El que diga que es un club chico, sabe poco o nada de fútbol. Y así se hubiera ido a San Martín, la 'Muela' sola no merecería un desplante tal como abandonar un equipo en el aeropuerto.

"Jayo solo había jugado por Alianza, y eso pesa".
En estos tiempos es muy difícil encontrar un jugador que solo vista una camiseta a lo largo de su carrera. En los últimos tiempos, hubo dos en los clubes grandes: Hinostroza y Carranza. El primero, mientras todos sus compañeros estrenaban carros del año, invirtió en una flota de ticos y en la construcción de un edificio; luego fue alcalde del distrito en el que de niño limpió carros. El segundo se quejaba después del retiro de que su club no le daba trabajo y ahora baila los sábados en la televisión. Quiera el tiempo que Jayo acabe pareciéndose al 'Churre' en algo más que el color de la camiseta.

"Jayo no puede regresar a Chimbote porque el alcalde lo ha indispuesto con el pueblo". Cuando un futbolista dice una sandez, siempre hay alguien doblemente sandio que le hace eco.

Una reflexión, para terminar. El último miércoles, en el Universitario-Cristal, el 'Chorri' Palacios salía caminando del campo cuando Raúl Fernández corrió tras de él y comenzó a apurarlo, empellones de por medio. Hasta algunos hinchas cremas se indignaron con algo que en términos de códigos futboleros -que un principiante tome de la camiseta a un ídolo nacional- es leído como una falta de respeto.

Con la chompa de entrenamiento de Gálvez, el club al que le ha faltado el respeto (Foto: Diario de Chimbote)El 'Chorri' tiene la misma edad que Jayo. El 'Chorri' ha hecho una carrera muy parecida en circunstancias a la de Jayo, hasta incluso más rala en términos de logros, porque nunca llegó a Europa. El 'Chorri', jugando para Cristal, les marcó goles importantes a Universitario y a Alianza, pero no registra en su carrera un partido con dos golazos de su sello de media distancia a los rivales más enconados de la celeste como el que Jayo tuvo ante la 'U' en la Liguilla de 1994. El 'Chorri' metió varios de esos golazos desde fuera del área ante muchas selecciones jugando para Perú, pero jamás convirtió uno así ante Chile, el rival por excelencia de la blanquirroja, como el que le anotó Jayo en las Eliminatorias del año 2000. El 'Chorri' recibió elogios y muestras de cariño en México y Ecuador, pero jamás un gol suyo por esos lares tuvo tanta exposición mediática como el golazo que marcó Jayo con camiseta de Unión de Santa Fe en cancha de River Plate. Por último, el 'Chorri' tiene tantos o más ampayes televisivos en juergas y circunstancias incómodas que Jayo.

Me cuesta suponer que, el último miércoles, alguien se hubiera indignado porque Fernández hubiera empujado a Jayo para salir del campo. Y más bien supongo con facilidad que el 'Chorri' jamás habría dejado a Gálvez en el aeropuerto.

18.7.08

No es obra de magia

Estos días en que el escándalo ha estado signado por un nuevo acto de indisciplina en Alianza Lima han coincidido con el nombramiento de Luis Miguel Valdivieso Montano como ministro de Economía y Finanzas. Ambos hechos tendrían poco que ver si no fuera porque el nuevo ministro es hijo de Juan Ángel Valdivieso Padilla. El 'Mago', para mayores señas, extraordinario arquero íntimo, acaso el mejor de la historia del fútbol peruano.

Fotos: libro 200 Clásicos de Historia, Lorenzo Villanueva Regalado; ANDINA; Libro de Oro de Alianza Lima

El 'Mago' es un auténtico ídolo de Matute, amén de que durante sus últimos años haya dejado de ir al estadio porque alguna vez un desubicado le preguntó en la puerta quién era y no lo dejó pasar. En el anecdotario quedan sus cuatro penales atajados en siete partidos disputados en la gira blanquiazul por Chile en 1935 -el llamado 'Rodillo Negro'-; los siete goles que marcó la tarde del 15 de agosto de 1933 ante el Sportivo Unión, cuando dejó su puesto en el arco a Fortunato Campos y se animó a jugar como delantero; su actuación en los Juegos Olímpicos de Berlín 1936; sus duelos con 'Lolo' Fernández en los clásicos y, sobre todo, su aliancismo a flor de piel, compartido con aquel 'Equipo de Oro' de los años '30.

Esos aliancistas, como los de hoy, también tomaban, y bastante. Pero con ligeras diferencias -fuera de que el fútbol de estos tiempos se juegue a la velocidad de la luz y no de la calesita-. Narraba el 'Mago' en el Libro de Oro de Alianza Lima: "En Alianza éramos íntimos, si querían invitarnos una cerveza aceptábamos con gusto. Todo el mundo sabía tomar. Eso sí, antes de jugar no tomábamos. Eso es lo que yo discuto con mucha gente, ¿cuándo vieron a Villanueva llegar borracho a un partido? Nunca. Lo que pasa es que ni bien terminaba de jugar se iba a festejar, pero jugar borracho, jamás (...)".

Contundente. Tanto como el éxito personal y profesional del 'Mago', a quien tuve el privilegio de conocer hace algunos años, cuando frisaba 91, en su casa de la urbanización Mirones. Modesta por fuera, pero sobria y cálida por dentro, repleta de calor familiar y admiración por un hombre que, luego del fútbol, había trabajado con éxito como entrenador -en Deportivo Municipal- y servido por tres décadas a la Municipalidad de Lima. Pero sobre todo, que se había preocupado de otorgar educación a sus hijos, así como su padre, sargento de la policía, lo había alentado alguna vez a triunfar bajo el arco.

Don Juan falleció en mayo del año pasado, por lo que no ha llegado a ver en vida el mayor de sus éxitos, fuera de todos los comentados y sus seis campeonatos en el arco de Alianza. La realización de su hijo, reconocido funcionario del Fondo Monetario Internacional, como ministro de Economía, el mayor encargo al que un peruano que se dedica a esa carrera puede aspirar en el país. Y habiendo surgido profesionalmente con un respaldo económico muy inferior al que el hijo de un futbolista promedio de estos tiempos puede obtener.

Por eso, me suscita inquietud saber cuántos hijos de cuántos jugadores asistentes a la fiestecita de Manco podrán aspirar, en un futuro, a ser ministros de Estado. Apostaría un par de cervezas -después del fútbol- que es tan poco probable como que en unas seis décadas, un periodista pueda sostener una conversación inteligente y alturada con un "líder" aliancista de hoy como por ejemplo, Juan Jayo. Porque si Valdivieso mantenía el tono amable y educado en cada una de sus palabras, cada vez que una cámara enfoca al hoy capitán blanquiazul encuentra gestos agresivos y, durante los partidos, labios tejiendo mentadas de madre.

Quiera el tiempo que estas palabras caigan en saco roto e hijos de futbolistas como Spiderman Flores (primogénito de Juan 'Chiquito') o Pablo Aimar Cruzado (hijo de Rinaldo) lleguen no necesariamente a ser funcionarios, sino apenas gente exitosa.

8.7.08

Que pase el siguiente

Una conjetura -que acaso peca de pesimista- acerca del futuro de España en la élite del fútbol mundial una vez culminado el ciclo de Luis Aragonés.

Fotos: EMPICS

El grito de triunfo español podría ser uno en mucho tiempo si no se plasman cambios realmente estructurales en su esquema de juego (Foto: EMPICS)El adagio dice que cada maestro tiene su librito y a él responde. Quien suscribe debe reconocerse, desde su muy distante posición en Lima, Perú, crítico de Aragonés. No tanto por haber dejado fuera al 'Ángel de Madrid', porque las razones disciplinarias sí pueden ser más poderosas que las futbolísticas, sino por creer que su propuesta distó mucho de haber impreso una revolución en el fútbol español. Y -mucho más allá de eufemismos- por sostener la tesis de que a España, de seguir jugando así como lo hizo en la Euro, le costará otra vez bastantes años poder repetir el grito de campeón.


SIN PASE A LA RECTIFICACIÓN

Por estos días, Internet está abarrotado de cartas de disculpa y rectificaciones dirigidas a Aragonés por parte de quienes supieron ser sus más enconados detractores. "No se ha hecho más para que me quede", dijo el viejo Luis al anunciar su partida a Turquía, y la verdad es que nadie podría mezquinarle agradecimientos por estas épocas. Pero de allí a decir que España ha dado el salto definitivo al sitial grande que por nombres hace tiempo merecía en el fútbol mundial resta un trecho grande por cubrir.

España superó a Alemania no solo en la final, sino en la cantidad de pases entregados a lo largo de la Euro (Foto: EMPICS)Los números no podrían hablar en contra del 'Sabio de Hortaleza'. De 54 partidos dirigidos desde 2004, ganó 38, empató 12 y perdió apenas 4. Pero los números también alcanzan otro tipo de luces. A lo largo de la Euro, de acuerdo con el Castrol Performance Index (índice que midió el desempeño de los jugadores y equipos participantes en la competición), España acumuló la friolera de 3,415 pases completados, 81.3% de los cuales fue entregado de modo efectivo. Una cantidad grosera si se toma en cuenta que el segundo equipo con más pases fue Alemania con 2,606.

¿Grosería tanto pase si sirvió para "dormir" a los rivales y asestarles golpes de muerte en los momentos precisos? ¿Si estadísticamente más de cuatro de cada cinco de esos pases cumplieron con su cometido? Sí. Sobre todo, por lo predecible: el de España fue un fútbol antiguo, tocador a ultranza como el Brasil de los '70, preciosista para los amantes del fulbito. Pero sus argumentos de sorpresa no pasaron de lo convencional: alguna descolgada de su hombre de marca (Xavi), el aporte de un cerebro (Fábregas) y dos delanteros duchos en su oficio (Villa y Torres). Es, en otras palabras, un equipo que sigue practicando un fútbol por debajo de su potencial. La variante táctica apareció solo -oportunamente, por supuesto- ante Alemania, cuando la lesión de Villa obligó a reinventar la función de Torres.

La ultradefensiva Grecia podría haber sido un buen termómetro para la táctica española del pase repetido, pero se enfrentaron con los helénicos ya eliminados (Foto: EMPICS)Cabe la aclaración: no se dice que España juegue mal; se dice que su juego no es innovador ni revolucionario. No se dice que eso no haya sido útil; se dice que muy probablemente no lo sea para la era post Aragonés. Esquemas ultradefensivos, de esos que se cierran sin tapujos y solo apelan al contragolpe, y de los que España no enfrentó en un solo partido de la Euro -Grecia, acaso el mejor termómetro de su itinerario para encarnar ese rol, la enfrentó estando ya eliminada-. Y que serán el tipo de esquema que esta España campeona de Europa afronte, por ejemplo, en la primera fase del Mundial de Sudáfrica.


EL DÍA DESPUÉS DE LUIS

Casi como cantaleta: no se trata de postular que España haya campeonado la Euro injustamente -como si la justicia fuera un concepto válido para analizar el fútbol- o hacer algún otro tipo de reclamo gaseoso. Esta solo es una hipótesis respecto de que así como la propuesta del pase y el toquecito le permitió esta vez dar la vuelta, es posible que en una competencia como el Mundial le reportara una eliminación temprana. Rusia -que a despecho de su buena campaña en la Euro, es el típico rival promedio de instancias como una primera fase- le pateó cuatro veces al arco con bastante libertad en el primer tiempo su choque en semifinales. Es solo una señal de alerta.

El coraje español ante Italia fue el momento más alto de la 'Furia' en la Euro (Foto: EMPICS)¿Qué hizo, entonces, el ciclo Aragonés por el fútbol español en términos estructurales? Sin intención de caer en un lugar común, algo muy importante: el cambio de actitud. La superación de traumas, aun cuando para pasar la barrera de cuartos hayan hecho bastante el azar y las manos de Casillas. Pero en ese empuje español contra Italia, en el arrinconamiento que hizo al arco de Buffon durante 120 minutos y en un espíritu triunfador inquebrantable, España ganó la Euro. Los tres goles a Rusia y la definición de Torres ante Lehmann fueron, en términos relativos, instrumentos que permitieron dar una vuelta que por coraje se había construido en cuartos.

España tuvo siempre, durante las últimas décadas, el talento. Ahora tiene también los bríos. Un sistema que explote al máximo el potencial táctico de sus figuras es el siguiente reto. ¿Alguien dijo 'Rafa' Benítez? Traducir el red al rojo sería una opción atractiva.

3.7.08

De sparring de Alianza a campeón de América

En ocho años, Liga Deportiva Universitaria saltó de la Serie B ecuatoriana al título de la Copa Libertadores. Un ejemplo para contemplar desde canchas donde reina el cortoplacismo.

Fotos: revista El Gráfico Perú, diariocorreo.com.ec, MEXSPORT

Marko Ciurlizza en acción ante LDU en enero de 2001. Esa noche, los ecuatorianos ganaron 2-3 en el Nacional de Lima al Alianza del centenario (Foto: revista El Gráfico Perú)El fútbol ecuatoriano ha conseguido en el Maracaná el éxito más importante de su historia.

Porque amén de lo importantes que puedan haber sido las clasificaciones de su selección a los dos últimos mundiales, conseguir un título es un logro mayúsculo y con mayores efectos de largo plazo para el desarrollo de un sistema futbolístico sólido. El caso de Liga Deportiva Universitaria constituye, así, una lección que bien convendría repasar en el fútbol peruano.


OCHO AÑOS BASTAN Y SOBRAN

Pocos memoriosos recordarán que a inicios de la década, en enero de 2001, Liga vino a Lima para jugar un amistoso contra Alianza Lima, que estrenaba a Paulo Autuori como técnico. Era aquel equipo del centenario íntimo conformado con un ostentoso gasto, tan insostenible que luego de conseguido el título del Apertura de ese año, el plantel se desmanteló y en el Clausura el cuadro blanquiazul acabó décimo.

Liga, en cambio, atravesaba uno de los capítulos más difíciles de su historia. El equipo blanco acababa de descender a la Serie B (segunda categoría) del fútbol ecuatoriano y había sufrido el éxodo de sus principales figuras, entre ellas Alfonso Obregón y el colombiano Álex Escobar. De hecho, cuando Liga llegó a Lima su máxima carta de gol era nadie menos que el argentino Oscar Pacheco, un atacante regularón que en 1996 había pasado sin pena ni gloria por la delantera del FBC Melgar de Arequipa.

El 'Chorri' Palacios también pasó por LDU durante el proceso de la década actual y fue ídolo (Foto: diariocorreo.com.ec)Las críticas a la directiva aliancista no se hicieron esperar. "Cómo
van a estrenar el equipo del Centenario contra un club de Segunda", se
decía. El hecho es que en la cancha del Nacional, Alianza cayó
derrotado 2-3 ante ese equipito segundón, para colmo luego de haber
estado arriba por dos goles de ventaja.

Aquel partido, como todo amistoso, constituye una mera anécdota. Pero sirve para comparar historias de dos grandes capitalinos. Uno de Lima, que cortoplacista y populistamente se empecinó en ganar un título para celebrar su aniversario 100, y otro de Quito que trabajó para salir de su mal momento hasta alcanzar un logro verdaderamente significativo.

La historia íntima es conocida: tras ese título de Apertura y posterior Clausura desastroso, ganó el campeonato 2001 en el Cusco con el español Herráez de técnico -hasta ahora seguramente no se la cree- y por penales gracias a las manos de Roverano, a quien los directivos echaron vilmente dos años después por el pecado de exigir su salario. Sobre la base de un esquema dirigencial de corte gamonal, Alianza consiguió algunos títulos más en la década hasta que el mecenas se fue y el desorden se impuso para coronar un primer semestre de 2008 catastrófico.

En Liga, en cambio, se apostó por un desarrollo serio. El equipo volvió a la Serie A para 2002, y un año después alcanzó el título de la Primera División ecuatoriana. Pero antes que dilapidarse en festejos locales, creyó en la inversión para cosechar logros internacionales. Por Ponceano pasaron, entre otros, Jorge Fossati y Juan Carlos Oblitas, cada cual con un título bajo el brazo. En la Copa Libertadores fueron acumulando pasos: octavos de final en 2004 y 2005, cuartos de final en 2006. En la Copa de 2007, ya con la dirección de Edgardo Bauza, hubo un traspié en la primera fase al quedar eliminados a manos de Colo Colo y Caracas; pero no hubo desesperación ni cabezas rodadas. Bauza continuó, alzó el título ecuatoriano a finales de temporada y ahora fue el gestor de esta campaña histórica.

La fiesta ecuatoriana en el Maracaná (Foto: MEXSPORT)PARA APRENDER

En Ecuador los dirigentes no son la última Coca-Cola del desierto ni nada que se le parezca. Como muestra bastó anoche, durante la entrega de medallas a los jugadores liguistas, escuchar el sonoro "¡Chiriboga fuera!" como clamor de la Muerte Blanca (barra de LDU) por la salida del presidente de la Federación Ecuatoriana de Fútbol, Luis Chiriboga. Pero la diferencia con estas tierras pasa por que hay clubes que funcionan como instituciones y desarrollan proyectos deportivos integrales, como el propio Liga (poseedor de un country club de 45 hectáreas en las afueras de Quito) y el Barcelona de Guayaquil, por citar dos ejemplos.

El día que se entienda que Burga está enquistado, más que por su terca obstinación y nula vergüenza, por la incapacidad del sistema futbolístico de desarrollar entes sólidos, el fútbol peruano habrá dado un gran paso hacia su desarrollo. El día que se entienda, también, que una clasificación al Mundial no es el principio y el fin del universo, también se habrá dado un avance decisivo hacia el desarrollo de un sistema maduro, ese que entiende que sus clubes, los que construyen semana a semana el producto-fútbol, son los principales agentes de éxitos. Y, por ende, que un título internacional como el de la Libertadores es mil veces preferible como logro.

Por ahora, queda seguir quemando muñecos de año nuevo y aplaudiendo, a lo lejos y en voz baja, el éxito ajeno de un club modelo que en ocho años saltó de la segunda categoría de su fútbol al podio más alto de Sudamérica.