30.10.08

Que el último apague las velas

En el cumpleaños de Maradona, una defensa cerrada de las críticas a su designación como técnico de la selección argentina -y, a la vez, en defensa del gran ídolo que el fútbol debería preservar-.

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Sobre Diego Armando Maradona y su designación como técnico de la selección argentina se ha escrito tanto en las últimas horas que un post más sabe a refrito.

Analistas políticos, gente de farándula, magacines de TV. Todos le dicen feliz cumpleaños a Maradona hoy 30 de octubre y emiten un juicio sobre él. Como siempre, todos viven de él, de su fama y de las noticias -y los escándalos- que genera. Le aplauden las inconductas y lo lisonjean como paradigma mundial del desacato y la irreverencia ante los sistemas establecidos.

¿Y la gente de fútbol dónde está? Aplaudiendo. Porque a los ídolos se los aplaude. Pese a que la gran mayoría de la gente que auténticamente sabe de fútbol y lo vive sabe, con convicción, que la AFA ha cometido un despropósito.

¿Serán Bilardo y Batista los ángeles de la guarda del 'Diez'? (Foto: infobae.com)


Yo empecé a ver fútbol a los cinco años de edad, con el Mundial de México. Si el fútbol hoy me gusta, es porque en la retina tengo los dos goles de Maradona a Bélgica, claritos, nítidos. A esos dos goles -cuando le metió los goles a Inglaterra estaba jugando con mis soldaditos de plomo en el patio de al lado- les debo buena parte de la pasión que tengo por lo que más me gusta en la vida.

Por eso, solo por eso, a pesar de que Maradona me parezca un pésimo ejemplo de persona, nunca he dejado de respetar su imagen, que en mi mente ocupa un lugar junto al Pato Donald como la de un héroe de la infancia.



Detesto con franqueza a todos los que fustigan a quienes criticamos las actitudes de Maradona y para ello se amparan en conceptos como hipocresías sociales, rasgados de vestiduras, escupitajos al cielo y demás. En la gran mayoría de los casos, esa gente de fútbol sabe poco o nada y lo único que quiere es que Maradona siga haciendo escándalos para poder escribir más y más artículos sobre él y vender más y más merchandising sobre él, como ocurrió cuando su irresponsabilidad lo puso al borde de la muerte. Esa gente nunca podría entender por qué el nombramiento de Maradona es un despropósito en términos técnico-tácticos.

Por tanto, prefiero centrarme en la gran obligación que tiene la gente de fútbol: cuidar a los ídolos. Para ello quiero prestarle atención solo a lo que dicen dos personajes que, irónicamente, son casi tan contraejemplares como Maradona para la sociedad. Uno es un auténtico grande de la música: de los pocos que puede hacerme cambiar un domingo de estadio por la cola de un concierto. Se llama Andrés Calamaro y estuvo en Lima el último fin de semana. Canta él: "Siempre te vamos a querer, por las alegrías que le das al pueblo y por tu arte también".

El otro personaje es Roberto Chale, alguien con problemas similares a los de Maradona y acaso la persona que -en mi opinión- mejor ve e interpreta fútbol en el Perú. Le leía hoy que esperaba que Maradona triunfe, por el fútbol y por él, y no por quienes lo habían nombrado para quedar bien antes de que el panorama frente a una reelección se les pusiera complicado.

Calamaro no es un ejemplo para nadie, por el tipo de vida que lleva. Yo admiro su música y creo que en ese plano nadie en el rock hispano le hace sombra. Y coincido con él en que a Maradona se lo debería querer por lo que hizo en la cancha. Ese es el recuerdo que hay que cuidar.

¿Qué se habrá traído entre manos Grondona con la designación del 'Diez' como técnico? (Foto: infobae.com)


Chale no es un ejemplo para nadie, por el tipo de vida que lleva. Yo admiro su capacidad para leer rápido un partido y tirar a la cancha dos cambios que pueden modificar un resultado. Y temo que a Maradona pueda acabarle ocurriendo lo mismo que le pasó al ex 'Niño Terrible' en el Alianza Lima de 2005: ser vilmente aprovechado como piñata mediática para tapar problemas de gestión. Salvando siderales distancias, quiera el fútbol que en eso Julio Grondona no se acabe pareciendo a Alfonso de Souza Ferreyra.