31.5.08

Esos chavales

El España - Perú visto y oído desde la extraña mezcla de televisión y radio.

Fotos: EFE

Un enano mental -ataviado con una camiseta bamba de Universitario- se metió al campo para ganar cámaras. ¿Por qué hay que tolerar a peruanos en el extranjero que dejan tan mala imagen de subdesarrollo y tercermundismo para el país? (Foto: EFE)Lo decía la edición online deo diario Marca en su nota previa al partido: "España enfrenta al Rayo de Sudamérica, por color de camiseta y por la opulenta vecindad". Así como alguna vez Perú recibió a Haití para arrancar con buen pie la era Autuori, España abría sus puertas a la blanquirroja con el fin de sentir que enfrentaba al Rayo Vallecano de estos lares, léase el equipo modesto de Madrid, un equivalente al Defensor Lima de estos lares.

El estadio elegido, el Nuevo Colombino de Huelva. Los Hombres G alguna vez inmortalizaron el siguiente estribillo: "Es tan difícil que tú me quieras como que gane el Recreativo de Huelva". Algo así como Miki González invitando a todos a Tocache.

Ante ese marco, era deliciosa la oportunidad para poner el televisor en mute y seguir el audio del partido por la señal de Radio Nacional de España. Emisora que se caracteriza por no narrar las incidencias del partido salvo aquellas de extremo peligro y, por supuesto, los goles ("Villa ha marcado el primero tras un desborde..."). Lo hace en Champions League y esta vez la oportunidad fue excelsa para hacer escarnio del rival.

Desde el minuto 5, cuando Iker Casillas batió el récord de invencibilidad en la historia de la selección española jugando como local (586 minutos, marca vigente desde la década de los ochenta, surgían los comentarios crueles: La blanquirroja cantando el himno en Huelva (Foto: EFE)"No se puede comparar. Recuerden contra quién atajaba Zubizarreta, y ahora Casillas ataja ante Perú y Estados Unidos (el próximo sparring español)" apuntaba una voz femenina en el panel.

En un partido ralo, las especulaciones sobre si el esquema de 'Chemo' del Solar era similar al que la Rusia de Hiddink presentará en el estreno de la 'Furia' en la Eurocopa el próximo 10 de junio, como alguien quiso sugerir en la península, se fueron diluyendo. Solo hubo un comentario contundente: "Está claro que este equipo Perú no estará en Sudáfrica 2010. Es noveno de su grupo eliminatorio, y contra este equipo España quería hacer pruebas y ahora está empatando", se decía antes del milagroso gol de Capdevila.

Eso sí, nunca falta la perla. En un momento se anunció equivocadamente la salida de Hernán Rengifo del campo de juego. Y luego del gol, la reacción fue dubitativa: "Ha metido el gol... Creo que Rengifo". Como para confirmar que en todos lados se cuecen habas y los desinformados no solo existen en los palcos de prensa de estas tierras del Nuevo Mundo.

21.5.08

Pena (no) compartida

Cristiano Ronaldo, John Terry y las diferencias de un error compartido.

Fotos: Imago, Reuters

El infausto momento para Terry: un resbalón por el campo lluvioso lo hizo errar el penal (Foto: Imago)Digresión personal del autor de estas líneas: estoy en contra de las definiciones por penales. Siempre he creído que le hacen daño al fútbol, que son el incentivo perverso para que dos equipos se conformen a dejar que el azar lo defina todo. Porque si en algún aspecto del fútbol existe la suerte, ese tiene forma de penal.

Honestamente, preferiría que se gestaran formas alternativas de decidir un ganador. Como que el equipo que cometió menor número de faltas en el partido sea consagrado con el triunfo. O como alguna vez escuché proponer a don Emilio Lafferranderie, ‘El Veco’, que se extienda el suplementario en periodos sucesivos de cinco minutos, al cabo de los cuales cada equipo deberá retirar a un jugador del campo. Con mayores espacios, será más fácil que alguno de los dos rivales llegue al gol de oro que acabaría el partido, incluso en el caso extremo de que quedara un arquero contra el otro (bastaría que le ganara en carrera para que se acabara el partido).

Casi nadie a quien le comento esto está de acuerdo con lo que digo, básicamente porque los penales, me responden, “son lo más emocionante que tiene el fútbol”. Por eso muchos en Winning Eleven juegan definiciones por penales de frente sin pasar por el partido. Por eso en las oficinas, cuando se juega un Mundial o algún partido importante, hasta el que menos sabe de fútbol pregunta de rato en rato a qué hora son los penales. Después de la final de Moscú, me ratifico en lo mismo: el penal es detestable. Porque Cristiano Ronaldo y John Terry, dos símbolos de los rivales, los perdieron, y el resultado no fue el mismo para ambos.

Cech le ataja el penal a Cristiano Ronaldo, quien acabaría festejando (Foto: Reuters)Diferencias al canto. Ronaldo es un fuera de serie, acaso el mejor del mundo luego de lo que hizo en el Luzhniki. Pero me cae pésimo. No solo porque mi hermana menor cambie mi foto en su wallpaper por poner la de él, cada chica a la que le hago el habla me mencione su nombre cuando le cuento que me gusta el fútbol o mi abuela pase por delante del televisor de casualidad en pleno partido y diga “qué buen mozo es ese muchacho”. Tampoco únicamente porque cuando acaba el partido no reacciona gritando el triunfo como un guerrero sino que cae al suelo llorando de emoción. Sobre todo me cae mal porque juega para la cámara y a lo largo de la Champions dejó de dar más de un pase a sus compañeros para procurar su lucimiento. Eso me parece insoportable en un jugador de fuste.

Terry, en cambio, es un tipo sencillo y valiente. Y que además, de haber marcado tapaba la boca a todos los que decían que el Chelsea era un equipo construido sobre la base del dinero y no existía quién se identificara con su camiseta. Para un club que sumó frustraciones en los últimos años pero siempre se mantuvo terco en su pretensión de Champions, que el capitán formado en las canteras de Stamford Bridge fuera el que desatara la vuelta olímpica constituía un ícono futbolero irremplazable. Pero la lluvia hizo su parte y la historia fue distinta.

Distinta la historia y distintas las suertes. A mí, la definición de esta Champions me supo un poco a esos cuentos de fútbol que no terminan de modo feliz para el héroe correcto, como le ocurrió a Zidane hace dos años en Munich en la final del Mundial. Que Francia perdió por penales, los malditos penales.

4.5.08

De a tres para campeonar

El 3-4-1-2 de Gareca le funciona a Universitario más allá de los nombres.

Fotos: Abelardo Delgado / DeChalaca.com

En este sistema merengue, el 'Coco' Araujo ha encontrado una segunda juventud y se va siempre al ataque con fuerza, como en las épocas de Piazza (Foto: Abelardo Delgado / DeChalaca.com)La línea de tres al fondo es un sistema con altas resistencias en el medio peruano. Hasta en los partidos de Winning Eleven, son pocos los que quieren usarla -anímese usted a enfrentar a un argentino y verá qué sistema usa de preferencia-. Cuando Juan Carlos Oblitas la impuso en el medio en aquel Cristal campeón de 1991 (Pedraglio, Prado y Earl), lo tildaron de ultradefensivo. Tres años después, demostró que ese esquema –con carrileros, una novedad para el tácticamente atrasado fútbol peruano- era la base de un fútbol ofensivo que le granjeó un tricampeonato.

Otro club al que la línea de tres le vino muy bien fue a Universitario, también para ganar igual número de títulos al hilo. Salvo la etapa de Miguel Company (siempre afín a su predecible y anquilosado 4-cuadrado-2) en el primer semestre de 1999, la ‘U’ de Piazza primero y de Challe después optó preferentemente por tres al fondo. Aunque el ‘Niño Terrible’, a diferencia de lo que hoy hace Gareca, planteaba un 3-rombo-3, dizque porque así había visto jugar al Barcelona en la Champions League y él era un técnico moderno -Lucho Reyna podría refrendarlo-.

A diferencia de lo que hacían Farfán y Esidio en el '98, Hurtado y Jiménez juegan uno abierto por las bandas y el otro al medio (Foto: Abelardo Delgado / DeChalaca.com)Por eso, la propuesta actual del ‘Tigre’ se asemeja más a lo que Osvaldo Piazza hacía hace exactamente una década en el Apertura 1998. Tres al fondo, con líbero casi alterno (Falaschi) y dos stoppers peleadores (Araujo y Domínguez); una primera línea de cuatro en mediocampo que subía y bajaba por igual (Carranza -cuando aún corría-, Ciurlizza, Ferrari y Pereda), y delante de ellos un enganche (Cantoro). Arriba, dos puntas con características goleadoras (Farfán y Esidio).

Dos similitudes importantes pueden encontrarse respecto de aquel equipo. La primera, lo fundamental del rol del último hombre. Cuántas conversaciones de bar habrán pasado con hinchas cremas evocando a Gustavo Falaschi como el último patrón de la defensa merengue. “Por qué no se han vuelto a traer un central argentino así”, era la muletilla hasta que arribó Carlos Galván. A lo mejor por la seguridad de tener un back así es que este Araujo ha retomado fuerzas y alejado de sí los motes que lo remitían a ciertas reses de La Parada repletas de nervios. Por eso, en estas cuatro fechas de ausencia forzada del ‘Negro’ se siente su falta sobremanera: hasta ‘Ropita’ Benavides ingresó en el clásico con peligro y hoy Gálvez lo hizo mucho más.

Donny: estampa del nuevo conductor de Universitario (Foto: Abelardo Delgado / DeChalaca.com)La otra semejanza, y acaso la más importante, es que así como esa ‘U’ se quedó sin Mauro Cantoro por un patadón alevoso de Juan José Velásquez -el recordado hijo del ‘Patrón’-, esta de 2008 ha perdido a Candelo, quizá el extranjero que mayor idolatría supo despertar en predios merengues luego del ‘Toro’. Esa vez, Piazza optó por darle continuidad a Luis Cordero -alternando con ‘Pachito’ Guzmán- o adaptar el sistema de tal forma que Guadalupe ingresara como carrilero derecho, ante lo cual Carranza corría al medio y Ferrari se retrasaba para quedar detrás de la línea de cuatro (es decir, pasando del 3-4-1-2 al 3-1-4-2).

Ahora, Gareca ha encontrado en Donny Neyra la solución mágica a la ausencia de enganche: no flirtea como Candelo, pero sí crea y define, y vaya si lo hace de lujo. Es un enganche raro, de corte muy doméstico en algunos aspectos -engolosinador y amarrabolas-, pero cuando quiere da asistencias y genera cambios de frentes atípicos para el medio. Pero la ‘U’, a diferencia de lo que ocurría con el colombiano, no juega solo al ritmo de Donny, y empieza a depender menos inequívocamente de los desbordes de Hurtado para generar peligro. ¿Será que el sistema está pasándole un cheque por beneficios debido a la persistencia en mantenerlo? Si llega fechado después de 10 años por réditos que no se consiguen hace 8, será bienvenido en Ate.