26.4.08

Chalacas de Vista: Fútbol íntimamente social

Fotos: ANDINA, Abelardo Delgado / DeChalaca.com


Jugamos horrible… Pero el triunfo sirve para el clásico”. Primeras líneas de MSN de uno de los contactos más blanquiazules del listado apenas acabado el Alianza - Áncash. “Con este equipo estamos peleando la baja. Cualquier cosa menos perder el miércoles”, remata un amigo de toda la vida en la comida post partido.

Jorge Soto, una contratación poco práctica para los problemas actuales de Alianza. Acá lucha con Vera, el mejor del campo en la noche sabatina (Foto: ANDINA)Alianza, en la cancha y fuera de ella, está viviendo al día. Por la estafeta de salvadores ocasionales pasaron Manco, Montaño, Serna (¡Serna!), Baylón, Aguirre y ahora un ícono alquilado como Jorge Soto. Puede que alguno haya aportado soluciones de momento; pero en algún momento, Matute debe abandonar la cultura del inmediatismo futbolero para insertarse en esquemas modernos.

La intimidad que caracteriza al club blanquiazul es una receta que, ya está dicho, puede proporcionarle resultados domésticos y de momento. Pero Alianza seguirá condenado a ser un paria internacional mientras no actúe con estrategia. El tema está mucho más allá de Franco y Claux; pasa por caer en la cuenta de que hoy Alianza es un club que, al más puro estilo de la FPF, es incapaz de organizar unas elecciones internas que debieron darse hace casi medio año. Precario, con instucionalidad construida en esteras.

Analícense las últimas decisiones en La Victoria. Llega Aguirre a meter los goles que ni en sueños hizo en Francia por el extensísimo lapso de tres meses, al cabo de los cuales quién sabe si habrá dinero para retenerlo. Luego asume José Soto, quien sin duda tiene pasta para ser entrenador, pero lo hace por presión de camarín más que por convicción de que ha alcanzado la preparación suficiente para asumir el cargo. Ahora se contrata a Jorge Soto, un jugador de 36 (sí, treinta y seis) años al que nadie puede negarle una histórica trayectoria en Sporting Cristal, pero que fuera de La Florida siempre tuvo problemas para destacar. Cabeza gacha, lugar fijo en el banco: Waldir no está para jugar pero ocupa un renglón entre los 18 (Foto: Abelardo Delgado / DeChalaca.com)Que Waldir Sáenz caliente un lugar fijo en la banca con proceso judicial de por medio, pase y venga -lo avala una historia en la casa-; pero que llegue alguien que tácticamente puede cumplir las funciones que ejecutan los dos refuerzos locales más decentes de la temporada -Tenemás por el carril derecho y Faiffer en la volante- suena a subutilización de recursos.

Claro, es posible que el miércoles puedan pasar muchas cosas. Que Manco deje de pensar en Aura y frote la lamparita, por ejemplo. O que el ‘Camello’ pegue un tranco largo, se acabe abrazando con ‘Pepe’ y regale portadas e historias familiares para agotar ejemplares por tres días. Es un clásico, y si Alianza lo gana, los mismos que ridículamente hablarían de nepotismos si a los Soto no les va bien, los aplaudirán y venderán con ellos.

Pero los errores de Alianza son de fondo, y van más allá de Universitario y tres puntos.
Trascienden al impresentable Reaño, al caricaturesco Serna y al enésimo balón lanzado a la Unidad Vecinal de Matute por Benavides. Pasan por entender que Villanueva y José María hacían diabluras cuando el fútbol no corría a cien por hora. Por comprender que en el siglo XXI, las instituciones organizadas son las que escriben historias de éxito en la cancha.

12.4.08

Así, así, al ritmo del Alianza

A los íntimos les funcionó la receta de siempre: gente de la casa y toque quimboso para volver a encandilar a sus hinchas. Igual, no bastó para el objetivo principal, ese de los tres puntos.

Fotos: ANDINA

El golazo de Montaño despertó algarabía e ilusión de una goleada entre los hinchas blanquiazules (Foto: ANDINA)Cuarenta y cinco minutos de fantasía. Como ni siquiera el último buen equipo aliancista, ese de Pelusso y Viera, había logrado cuajar en su campaña victoriosa de 2006. Puede que tampoco el pragmático once del argentino Costas. Al ritmo de Montaño, Alianza tocaba como lo hacía en algunos partidos -solo algunos- el equipo del Centenario con Palhinha como director de orquesta.

Y es que a Alianza siempre le funciona volver a las raíces. Desde los tiempos de Villanueva, el camarín íntimo está acostumbrado a ser dominado por un capo, algún ícono que todo lo domina y a cuyo ritmo todo lo demás en Matute, dentro y fuera de la cancha, se mueve. Heredia, Zegarra, Cubillas: apellidos herederos de ese grial íntimamente santo. Como Soto en los noventa, como Jayo como su alter ego en la cancha hoy que 'Pepe' se estrenó en el banco.

Ese aura tan blanquiazul no está asociado, huelga decirlo, con la disciplina. Y si Arrué, un amigo del jugador por excelencia, terminó expectorado de Matute por problemas que más tenían que ver con su pobreza de plantel que con sus deméritos técnicos, hoy ese mismo equipo, limitado en variantes y con el único injerto de Aguirre, corrió evidentemente más motivado y comprometido con el vestuario. Con Soto en el banco, la camarilla íntima parece estar acicateada a entregarse más que nunca (Foto: ANDINA)Intimidad, que le dicen: a Uribe le dijeron no, entonces hay que demostrar por qué Soto sí.

Esa lógica chata, la de rendir según camaraderías, es propia del fútbol peruano y, sobre todo, afín a la historia de Alianza. Y acaso constituye una variable explicativa de por qué el club íntimo nunca ha conseguido destacar internacionalmente. Basta mirar a a Aguirre, un jugador al que le fue pésimo afuera, regresó a su casa, fue figura y salió cambiado en olor a multitud.

Que lo sepan todos allá en la punta de la tabla: este Alianza, comprometido con su técnico, va a meter miedo en el torneo local si repite sus primeros 45' ante Cristal. De lo que venga luego, de ese concepto llamado largo plazo -que va más allá de una Libertadores-, preferible es no preguntar. No vaya a ser que 'Ropita' Benavides comience a hacer goles.